Foto: Armando Pradas del Río

El interior del Estado de Sao Paulo tiene una importancia vital en el desarrollo de la toxinología a nivel mundial. La región noreste del Estado, con su núcleo urbano principal, Ribeirao Preto, está geográficamente formando parte de esta región. Es un entorno fundamentalmente agrícola y ganadero, donde predomina el cultivo de caña de azúcar, seguido de lejos por el café y otros cultivos hortofrutícolas (naranjas). En este enclave, núcleos aislados de cerrado y de “cerradao”, forman los restos de la comunidad vegetal original de la zona.
Nos encontramos en una región, donde se producen un número significativo de accidentes ofídicos. Estos casos de ofidismo son causados fundamentalmente por serpientes del género Bothrops (entorno a un 80%-90%), seguidos de Crotalus durissus terrificus (depende de los años, hasta el 20%, localmente hasta un 30%) y por último, las 3 especies de Micrurus (entorno a un 0,7%-1%). Bothrops alternatus, Bothrops moojeni, Bothrops pauloensis y Bothrops jararaca son las especies más corrientes en la región. Bothrops jararacussu es muy poco corriente y esta más asociado a la pluvisilva atlántica en la zona costera, mientras que Bothrops fonsecai está asociado intimamente a los “Campos de Altitude”, zonas montañosas de Campos do Jordao. En cuanto a Bothrops itapetiningae podemos asegurar que ningún ejemplar fue encontrado en la zona durante el periodo de observación (1994/1995), no obstante, parece ser factible su distribución en la zona.

Foto: Armando Pradas del Río

Crotalus durissus terrificus es un ofidio abundante, en virtud del número de capturas enviadas al “Biotério da F.M.R.P.-U.S.P.”.

Foto: Armando Pradas del Río

Micrurus lemniscatus carvalhoi, Micrurus frontalis ssp. y Micrurus decoratus son las especies de serpientes de coral presentes en la región. Habiéndose constatado la presencia de las dos primeras durante el período de estudio.

Foto: Armando Pradas del Río

Vistos las especies de ofidios señalados anteriormente, y siguiendo la clasificación tradicional del accidente ofídico, podemos distinguir:

Accidente bothrópico: producido por las mordeduras de serpientes del género Bothrops, Definido fundamentalmente por los efectos denominados “proteolíticos” e histolíticos y las coagulopatías por consumo. El efecto proteolítico es de origen multifactorial, a saber el efecto directo de enzimas proteolíticos e histolíticos, las lesiones isquémicas provocadas por los enzimas procoagulantes y coagulantes que dan lugar a la formación de microtrombos, la liberación de substancias farmacológicamente activas (bradiquinina, serotonina e histamina) y de mediadores del proceso inflamatorio (ácido araquidónico, prostaciclinas, prostaglandinas, leucotrienos y tromboxanos, P.A.F. etc, responsables de la acción lesiva indirecta sobre los tejidos), por ultimo habría que añadir que las hemorraginas podrían ser causantes de la necrosis muscular.
Las coagulopatías por consumo están causadas por enzimas proteolíticos que activan los factores de coagulación, dando lugar a la formación de trombos, activando en diversos puntos la cascada de la coagulación de la sangre, consumiendo el fibrinógeno y provocando la incoagulabilidad de la sangre. Los depósitos de fibrina en los túbulos renales son la causa de la necrosis tubular.

La hemólisis presente, puede ser causada por la acción mecánica de los microtrombos, además de la acción enzimática directa. Las hemorraginas, enzimas que degradan la pared endotelial de las arterias (membrana basal), junto a la incoagulabilidad de la sangre, son causas de hemorragias en distintas partes del organismo.

Accidente crotálico: producido por las mordeduras de Crotalus durissus terrificus. El veneno de esta especie esta mayoritariamente compuesto de crotoxina, aunque contiene otras toxinas, a saber la crotamina, convulxina y giroxina. Definido fundamentalmente por sus efectos miotóxicos y en menor medida, coagulantes. Los efectos iniciales del veneno de las Crotalus durissus, a excepción de la Crotalus durissus roraima, son muy semejantes a los causados por el envenenamiento elapídico (facies neurotóxica: ptosis palpebral, oftalmoplegia, midriasis y flaccidez de la musculatura facial, disfagia, disartria, disglosia, dispnea, náuseas, etc.), evolucionando hacia la necrosis de la musculatura esquelética y la acumulación de la mioglobina en los túbulos renales, provocando insuficiencia renal y por último, fallo renal agudo. Esta necrosis muscular se traduce en dolores musculares generalizados. Se ha detectado en un 40% de los casos un enzima tipo trombina que altera la coagulación de la sangre. El veneno a su vez contiene ciertas toxinas cuyos efectos neurotóxicos han sido ensayados in vivo en animales de laboratorio, no siendo cualitativamente y cuantitativamente tan importantes como la crotoxina. La insuficiencia respiratoria aguda suele ser rara.

Accidente elapídico: producido por las mordeduras de Micrurus. Caracterizado principalmente por sus efectos neurotóxicos. En los venenos de estos ofidios encontramos las a-neurotoxinas, aunque también en algunas especies de Micrurus encontramos además b-neurotoxinas (Micrurus corallinus sería un ejemplo de especie con ambos tipos de toxinas) causan la sintomatología típica por envenenamiento por mordedura de Micrurus. Resumiendo la sintomatología del envenenamiento elapídico: facies neurotóxica, anisocoria, oftalmoplegia, , parálisis de la musculatura velo-palatina, (disfagia, disartria), disglosia, sialorrea, parálisis muscular de las extremidades. Los óbitos debidos a la mordedura de estas especies suelen ser debidos a la parálisis del diafragma, asociada al acúmulo de secreciones y el comprometimiento de la lengua y glotis causando de este modo la I.R.A.

Resumen de la conferencia dada por Armando Pradas del Rio, colaborador durante los años 1994-1995 del Dr. C.J. Laure (Profesor asociado al departamento de Bioquímica e inmunología de la F.M.R.P.-U.S.P.) y del Prof. L.H. Anzaloni Pedrosa, biólogo responsable del serpentario del Biotério da Faculdade de Medicina. Acompañando los procedimientos de extracción y procesado del veneno crudo, asi como la atención a los ofidios venenosos de las instalaciones, determinación de ejemplares, así mismo participando en determinados procedimientos de separación.