Cuando se legisla sin rigor científico alguno solamente se causan problemas. Según la WWF, las especies exóticas invasoras son especies foráneas introducidas de forma artificial, accidental o intencionadamente y que, después de cierto tiempo, consiguen adaptarse al medio y colonizarlo.

Ni la pitón real, ni la tortuga de la península de Florida Pseudemys peninsularis ni el varano de la sabana cumplen esas condiciones. Tras años trabajando en conservación de tortugas autóctonas, nos llama la atención la inclusión en el catálogo de invasoras de Pseudemys peninsularis, especie testimonial si la comparamos con Pseudemys concinna, que si que se ve cada vez más y en números significativos. No nos hubiese extrañado verla en el catálogo. Este inclusión no aporta absolutamente nada a la conservación y pone en evidencia el poco sentido común de la ley, quitando legitimidad a una herramienta que podría tener un gran valor para el medio ambiente.

La pitón real mueve millones de euros en el mundo con sus diferentes variedades de cría, la prohibición está a la altura de haber prohibido los canarios. Sin embargo, se excluyen especies de interés cinegético y de pesca recreativa que si son un problema. Una ley sin ningún sentido.

La pitón real es una de las mascotas más comunes entro de los aficionados a las serpientes. No son pocos. Todas esas mascotas pasarán a la ilegalidad con tods seguridad, puesto que nadie con estos animales, que alcanzan grandes sumas de dinero, las van a entregar para su “eutanasia”. O las van a castrar, una operación complicada para animales que no tienen los genitales expuestos. Son las mascotas de alguien, y por mucho que a muchos no les quepa en la cabeza, no van a ser entregadas.

Se puede consultar el catálogo en:

https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/especies-exoticas-invasoras/ce-eei-catalogo.aspx